«Todo lo que existe en el universo resulta de
un encuentro en el azar y la necesidad».
(Demócrito).
Un conferenciante tiene previsto y programado un recital. Una urgencia
médica, ¡ay!, se lo impide. Hay que encontrar a alguien que defienda su
propuesta de recital, pues la Poesía debe continuar. Es la necesidad de que se
remueva el inconveniente, el acto poético se celebre y que, con habilidad y
eficiencia, concluya en satisfacción.
El profesor de la Universidad de Oviedo, Aurelio González
Ovies sufrió una indisposición la semana pasada, -según noticias, supera
bien el trance; nos alegramos de su recuperación-. Cerraba el ciclo “La Huella del Mundo Clásico” que, en
Murcia, ofrece la Facultad de Letras y la Sociedad Española de Estudios
Clásicos desde el 27 de octubre.
¿Qué hacer? (es la terrible pregunta). Suspender, no, desde
luego. Y encargar a alguien que, con sólidos fundamentos, transmita lo que se espera,
en la observancia del contenido y las palabras del profesor azarosamente convulsionado.
La unanimidad fue el acuerdo. El encargo se le hizo a la
profesora de la Universidad de Murcia, Rosario
Guarino.
Por méritos propios (conoce y educa en el Mundo Clásico) y
porque es poeta. Recorrida y superada la dificultad con, entre otros, los
factores de conocimiento y sensibilidad. Y ha quedado patente su competencia.
La diosa Necesidad
sabe que una sola excepción la destrona, pues una única nota puede destruir un
concierto; más que una nota buena, al Azar, pueda salvar una sinfonía.
El título del recital, “La juventud de un viejo tópico: El CARPE DIEM en la poesía contemporánea
española”, ya es, en sí, interesante, por el itinerario poético que, en la
actualidad, se mantiene y vibra desde que Horacio, poeta latino, nos dejó
advertido:
Carpe diem, quam minimum credula postero
("aprovecha el día, no confíes en el
mañana")
La profesora Guarino, -a quien, en confianza, en adelante
podemos llamar Charo-, ha desplegado
un escrupuloso respeto del contenido ofrecido por el ausente profesor Aurelio
González Ovies.
Con su buen hacer y su voz cercana y sugerente, Charo ha recorrido el itinerario
marcado sin licencias, en la evitación del cansancio en la atención y no más
allá de lo anecdótico: ha resultado una ágil y amena exposición. Y podríamos
afirmar que ha hecho suyo el recital, con la lectura de cada texto reseñado por
el autor (fragmentos poéticos de más de 45 poetas españoles).
La estructura del recital parte de los autores Clásicos, como
Catulo y Horacio, y con la evolución y reflejo poéticos del significado y
actualidad del “Carpe diem!”.
a).- Actualidad del momento.
b).- Brevedad de la
juventud y la belleza, efímeras como flores y frutos.
c).- La amenaza de
la vejez y de la muerte: noche y tinieblas.
d).- La incitación y
estímulo sugerentes al placer.
Es extensa la lista de autores, (Luis Alberto de Cuenca;
Dionisia García, Jaime Siles, Luis A. de Villena, Felipe Benítez Reyes, Charo
Guarino…), nacidos en el siglo XX (entre 1925 y 1979). Con lo que el profesor y
poeta Aurelio González Ovies quiere mostrar la renovada herencia clásica: el “carpe
diem!”, en su permanencia histórica y vitalidad, les ha motivado y lo han reflejado en su poesía.
Todo un excelente recital que Charo Guarino ha defendido y
trasladado al auditorio: un extraordinario regalo.
De él extraigo, digamos que por azar, algunos fragmentos de
poetas que están presentes en el guión del recital, (que me perdonen los muchos
no citados).
“Porque todo caduca.
Porque llega la noche y apaga lo que
quema…”
(Ada Salas, Cáceres
1965)
“A vivir y a gozar, que son dos días
Y uno sale nublado, mi Catulo…”
Aurora Luque, (Almería
1962)
“Sonríe, toca, goza, mira
Mientras borra la luz lo que ahora
piensas”.
Jaime Siles, (Valencia
1951)
“Tan vivo está el olvido que el futuro,
Apenas nace, en el presente muere”.
Manuel Moreno Díaz
(Tomelloso, 1964)
“Apurar este día
Como si fuese el último.
Quemarlo
Como el último cigarrillo que le queda al
insomne”
Felipe Benítez Reyes
(Cádiz, 1960)
“Ahora sé y aprendo tarde
-como siempre- el cuento. No pierdas
Ni un pétalo de la rosa en vano”.
Luis Antonio de
Villena (Madrid, 1951)
“Vive la vida. Vívela en la calle
y en el silencio de tu biblioteca.
Vívela con los demás, que son las únicas
pistas que tienes para conocerte…
Vívela en madrugadas infelices
o en mañanas gloriosas…”.
Luis Alberto de
Cuenca (Sevilla 1950)
“Disfruta intensamente
del instante
que la vida te ofrezca,
dadivosa (…)”
Rosario Guarino
(Sabadell)
“Cuando se ofrezca a ti la Belleza,
Cuando sacuda su pelo un minuto en
El viento, cuando brille su torso
espléndido,
Acéptala como el presente de un rey
magnánimo. (…)”
Luis A. de Villena
(Madrid, 1951)
“Si alguna vez viví
aplazando la vida, coleccionando días
para el futuro, en vano,
se acabó”.
Javier
Rodríguez Marcos (Cáceres, 1970)
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La necesidad,
una vez más, se impuso al azar: responsabilidad y buen hacer. Así nos ofreció
este recital la profesora y poeta Charo Guarino.
¡Enhorabuena!
y muchas gracias.
Qué magníficos versos has seleccionado... ¡Y eso que los has cogido al azar! Sólo por oírlos merecería la pena haber asistido a esa conferencia. Y si, además, estuvo interesante, como nos cuentas, pues mejor aún.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario. Y decirte que estuvo "interesante" es decir poco. Te reproduzco el poema de tu amigo Luis Alberto de Cuenca, en honor y homenaje a vuestra amistad:
ResponderEliminar«Vive la vida. Vívela en la calle
y en el silencio de tu biblioteca.
Vívela con los demás, que son las únicas
pistas que tienes para conocerte.
Vive la vida en esos barrios pobres
hechos para la droga y el desahucio
y en los grises palacios de los ricos.
Vive la vida con sus alegrías
incomprensibles, con sus decepciones
(casi siempre excesivas), con su vértigo.
Vívela en madrugadas infelices
o en mañana gloriosas, a caballo
por ciudades en ruinas o por selvas
contaminadas o por paraísos,
sin mirar hacia atrás.
Vive la vida».