Entre el abrazo de dos poemas, este libro muestra un escueto
mosaico de poesía y prosa confluyentes, en el encuentro del amor y la
dificultad de amar; un conglomerado sentimental en el que, por sí mismo, es
complicado el acceso a la verdad.
PALABRA BREVE para MAGNO SENTIMIENTO
Pequeño libro que contiene la memoria de hombre fascinado y sirena enamorada.
La protagonista femenina, creada por Nadehzda Kostadinova, es
terrestre y no sitúa en el agua su exclusiva existencia.
Como punto de vista para la lectura del
libro, la sugerencia de tomar como referencia a la rusalka que, en la mitología
eslava, es ninfa del agua, una variante de sirena. A medianoche, acostumbraban a
salir y bailar. Si se acercaba un hombre hermoso, lo hechizaban con canciones y
bailes, y lo atraían a vivir con ellas.
Se decía que, al final del tiempo, encontraría a un hombre
único. El músico Antonín Dvořák –sinfonía “Nuevo mundo”-, compuso una ópera con el nombre de Rusalka, un espíritu esencial que anhela convertirse en ser humano y
amar como mujer terrenal, aún con el precio del sufrimiento.
(Otros grandes modelos son Safo de Lesbos, y Calypso -con Ulises-, mitos que
permanecen y se reproducen a lo largo de los siglos).
Tanto el poema que abre como el que cierra el libro
constatan la dificultad, casi imposibilidad, de encontrarse en el amor.
Ya los títulos son significativos: “Caminos donde tú no estás” y “Allí
donde habitas”, recorrido desde la oscuridad hasta la ausencia. El
misterioso señor llega con las sombras y se va antes del alba, pues donde
habita queda lejos y difuminado en el misterio. Difusos son el camino y el
retorno, el fruto está en la palabra escrito, poesía:
“Te escribo,
te abrazo entre mis versos”.
Queda la palabra como un conjuro. La escritura crea la vida
de una nueva cercanía.
Siguen las “Cartas a un misterioso señor” (9 cartas breves, una por página, entre 14 y 21 líneas), que
señalan el respeto y distancia que impone lo desconocido. Misterio del personaje-rusalka, que es la que escribe,
envuelta en la frecuente ingenuidad ante el amor. El diálogo, limitado a la correspondencia
en el deseo, inclina a no preguntar. Placer y dolor en la creación de un mundo
de ensueño, mágico, circunscrito al amor sin palabras.
En la primera carta, “Náufraga”, quedan establecidas las
premisas, en la metáfora “Ha sido usted la tormenta marina”.
El ‘señor’ seguirá siendo una neblinosa incógnita, individuo de orígenes y
destino inciertos.
Ella manifiesta, a la vez, el gusto por la sacudida amorosa,
sin esperar rescate; y una esperanza intuitiva:
“No pretendo irme, sé que volverá a por mí,
pero esta vez, para quedarse”.
Enamorada, aporta datos del personaje masculino, visitante
nocturno “lleno
de misterio y pasión…” quien es un “viajero entre el tiempo y el
olvido…” Aunque queda presa de lo imposible, de la contradicción
sentimental: vivir solo en el amor, sin nada más que incida ni distraiga y, a
su vez, la huida.
Hechizados ambos quedan en un doble plano: él, que “…anda
perdido en el bosque de sus miedos” y en el hechizo que enreda a los
dos. Alegoría del misterio tras la máscara. La enamorada se siente a sí misma como
“alma
pura y corazón noble”, providencial.
Arriesgar todo para conseguir todo, en vidas paralelas
sueño/realidad, plagadas de indecisiones, como la espuma de la ola con sus
burbujas de pasión.
Metáfora de la cultura que vive aprisionada.
Las cartas se complementan, un cambio de registro, en
la misma circunstancia del plano sentimental, con siete reflexiones en primera
persona, a las que la autora denomina “Entre los sentimientos”.
La protagonista pasa a ser una delicada mujer, ‘como
flor de amapola’ que camina descalza en la soledad de la arena de un
amor entregado sin eco, quizá el dolor: “Hoy toco el cielo, beso las estrellas”,
atrapada en los recuerdos, como “el tren a ninguna parte”.
Asunto y fondo principal de la vida y del arte: un ramillete de textos
breves que sacuden el polvo de la rutina mental. La memoria es
frágil, se recuerda no tanto lo que pasó, sino aquello que podemos evocar.
La voz
conversacional habita en la mente de la protagonista, corresponsal de cartas
sin respuesta, en un ejercicio catártico para liberarse de la imposibilidad del
amor, con la descripción del estado anímico del protagonista, que se transforma
en alegoría.
«Al
ponernos de pie conocemos nuestra estatura»
En “Cartas
desde el fondo de mi corazón” cada
página es un pedazo de alma, la de una mujer que, con plena conciencia de ello muestra transparencia amorosa aun en la extrema dificultad.
Uno de los logros del libro es la dualidad constante; el relato de un hombre misterioso que medita y acepta sin forzar. La obra es fruto de la alquimia combinada del pensamiento y la imaginación: la elección entre vivir las pasiones o vivir el arte.
Uno de los logros del libro es la dualidad constante; el relato de un hombre misterioso que medita y acepta sin forzar. La obra es fruto de la alquimia combinada del pensamiento y la imaginación: la elección entre vivir las pasiones o vivir el arte.
En este libro
que contiene una peculiar relación protagonizada por hombre misterioso y mujer-sirena,
Nadehzda Kostadinova nos conduce por la conciencia viva que se enfrenta con la vida, en la sinceridad de los recovecos de la
trayectoria humana, que guía hacia el punto de llegada.
Pertenece al
modelo apegado a la realidad y al tiempo que ha tocado vivir. Tras verterlo en un guion, el texto
podría representarse teatralmente, manteniendo su tono contemplativo,
meditativo.
La conclusión es que la realidad
y su escenario se escriben con poesía, que dura más que la vida.
Ficha técnica
Cartas desde el fondo de mi corazón
Nadehzda Petkova Kostadinova
Ediciones Kostadinova
Murcia, 2016, 23
páginas
El librito ( fino, por lo que dices) no lo conozco, pero la reseña no puede incitar mejor a su lectura. Espero que esté a la altura del magnífico comentario que le has dedicado.
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