[Elche]
“…tiene su Dama universal
tiene su Virgen por patrona
morena, morena, la que vino por el mar.
Bajo el frondoso ramaje
del milenario Palmeral
tiene por reina y señora
nuestra Palmera Imperial
Con los ecos del Misteri
y la gran Nit de l’Albà
llevamos en nuestro pecho
para la Virgen un altar”.
tiene su Virgen por patrona
morena, morena, la que vino por el mar.
Bajo el frondoso ramaje
del milenario Palmeral
tiene por reina y señora
nuestra Palmera Imperial
Con los ecos del Misteri
y la gran Nit de l’Albà
llevamos en nuestro pecho
para la Virgen un altar”.
(Habanera)
Se
va despejando la plaza y aparecen nuevos personajes, esta vez vestidos al modo
bíblico; son los actores del Misteri, que afinan
y atemperan las voces, para este drama cantado.
Enseguida
accederán al templo por la puerta principal. Las diez suenan en la torre. Allegados
a los actores y aficionados a mirar contemplamos la circunstancia sin decir
palabra ante la visión de este momento notable. En todo no se puede estar. El
reloj avanza y hay que adentrarse para ocupar asiento.
Asisto,
una vez más, a ver el drama sacro-lírico, la representación del Misterio de Elche (es el ‘Misteri’
para los ilicitanos todos).
Y lo que quiero decir es que me gusta y lo
recomiendo.
No obstante, me concedo la licencia de hablar un
poco de esto.
Comenzaré porque es Patrimonio Oral e Inmaterial de
la Humanidad. Se observa en los rostros y conversaciones, con toda evidencia,
que la gente se emociona con el Misteri, y no sólo en estos días de agosto. Se
evidencia en cada lugar, dentro o fuera de la basílica de santa María.
Lo inmaterial tiene esenciales características. Esta
obra patrimonial contiene muchas; nos limitaremos a dos planos: uno reside en
el significado de lo material: el templo y su adecuación para representar, la
maquinaria, los vestidos, los participantes voluntarios y desinteresados del
patronato, lo que venden los libretos que contienen los versos en diferentes
idiomas, las campanas, la pólvora,… Y, sobre todo, las voces de estos actores
no profesionales que suenan educadas y vocacionalmente entregadas en la
representación. Es la materialidad
sonora junto con la interpretación. Y el otro plano es el de la vivencia, la
emoción, la belleza captada. Y, entre ello, el orgullo manifiesto que toda
madre siente cuando su hijo es llamado a hacer la “prueba del ángel”,
para participar o para renovar la calidad de la voz.
Todos
quienes asistimos nos traemos un pedazo de patrimonio sin que éste abrevie, más
bien, sí, se acrecienta y se expande.
La creencia local es que es medieval, siglos XIII y
XIV. Hay quienes dicen que es posterior. Creo que eso está bien para
historiadores, a los amigos de mirar nos da
igual. Lo importante es que el pueblo lo cree y que es vivido y sentido como
propio, hasta el punto de que esta obra no dejó de representarse nunca.
Otra
característica es que todos los personajes, desde la Virgen María y su cortejo,
y los demás personajes están representados por niños y hombres, varones, ya que
el origen litúrgico de la obra impide la participación femenina, (llegará el
día en el que se admitirá).
También
muestra algunos elementos anacrónicos, como la presencia en el proscenio del
arcipreste de la basílica y de tres miembros que actúan como notarios del acto, vestidos
de frac.
(Señalo
una anécdota).
Abren
el acto las palabras del responsable del templo. Cuando concluye su
introducción y toma asiento, en la cercanía, escucho a un niño que pregunta a
su madre:
- Mamá ¿cómo se le llama al jefe de la basílica?
- “Basilisco”, apunta la que parece ser su hermana.
- ¿Cómo va a ser eso, que es un nombre de animal? –insiste el niño.
- Pues será “basílico”, -remata la joven madre-. A callar, que empieza esto.
Comienza
la representación.
La
historia, en dos actos, es inteligible, pues a las personas sencillas iba y va dirigida.
El mensaje ha de ser fácil.
Un
mensaje sencillo y con misterio. Parece contradictorio, ¿no?
Los
impulsores de las cuestiones religiosas y litúrgicas son, históricamente, hábiles
pedagogos.
Había
que transmitir a los fieles que María, madre de Cristo dios, llegada su hora
final, no podía quedarse en la Tierra. Y su Hijo se la lleva al cielo
(Asunción), donde antes de entrar es coronada como reina. Así de sencillo, con
algunas pinceladas para enriquecer la trama. Fácil, elemental e intuitiva, sin
conocer el idioma, se sigue el sentido de lo que se cuenta.
El
texto del Misteri, escrito en valenciano antiguo con algunos versos en
latín (258 versos), acompañados de música e diferentes épocas, añadida al paso
el tiempo y por mejores condiciones técnicas (como la de abrirse el cielo con
el sonido del órgano).
“De grat prendré la palma preciosa
e compliré lo que haveu
manat,
puix que haveu potestat
copiosa
de condemnar e delir tot
pecat”.
(respuesta de Joan a Pedro)
Las
diferentes momentos del drama son todos de gran belleza visual y sonora. Los
coros a distintas voces son una verdadera joya. (La voz y compostura de quien hace de san Juan son de gran calidad).

Y,
¡cómo no!, el altamente emotivo “Araceli”, el altar del cielo que baja y sube
en la mangrana (granada), con sus
voces angelicales.
¡Ah!, decir que pasamos muchísimo calor (¡qué novedad!).
Tanto
el ayuntamiento de Elche como el patronato repartieron abanicos de cartón, que
en algo paliaron la agobiante calidez del aire.
E informaron de que debido a que este año
es jubilar, se representará el Misteri en noviembre, (con más amable temperatura
ambiente, se espera).
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