miércoles, 12 de agosto de 2015

MISTERIO RENOVADO, EN ELCHE

[Elche] “…tiene su Dama universal
tiene su Virgen por patrona
morena, morena, la que vino por el mar.
Bajo el frondoso ramaje
del milenario Palmeral
tiene por reina y señora
nuestra Palmera Imperial
Con los ecos del Misteri
y la gran Nit de l’Albà
llevamos en nuestro pecho
para la Virgen un altar
.
(Habanera)

     
 A la puerta de la basílica llego cuando la noche del once de agosto cae sobre Elche. Con la portada barroca como fondo, luces de fiesta, cohetería abundante, ha terminado la  procesión de ofrenda de Moros y Cristianos a la imagen de la Virgen de la Asunción. Suena la música de bandas, que se van alejando.

       Se va despejando la plaza y aparecen nuevos personajes, esta vez vestidos al modo bíblico; son los actores del Misteri, que afinan y atemperan las voces, para este drama cantado.

      
       Enseguida accederán al templo por la puerta principal. Las diez suenan en la torre. Allegados a los actores y aficionados a mirar contemplamos la circunstancia sin decir palabra ante la visión de este momento notable. En todo no se puede estar. El reloj avanza y hay que adentrarse para ocupar asiento.

       Asisto, una vez más, a ver el drama sacro-lírico, la representación del Misterio de Elche (es el ‘Misteri’ para los ilicitanos todos).

         Y lo que quiero decir es que me gusta y lo recomiendo.
      No obstante, me concedo la licencia de hablar un poco de esto.

    Comenzaré porque es Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad. Se observa en los rostros y conversaciones, con toda evidencia, que la gente se emociona con el Misteri, y no sólo en estos días de agosto. Se evidencia en cada lugar, dentro o fuera de la basílica de santa María.
     
 Lo inmaterial tiene esenciales características. Esta obra patrimonial contiene muchas; nos limitaremos a dos planos: uno reside en el significado de lo material: el templo y su adecuación para representar, la maquinaria, los vestidos, los participantes voluntarios y desinteresados del patronato, lo que venden los libretos que contienen los versos en diferentes idiomas, las campanas, la pólvora,… Y, sobre todo, las voces de estos actores no profesionales que suenan educadas y vocacionalmente entregadas en la representación. Es la materialidad sonora junto con la interpretación. Y el otro plano es el de la vivencia, la emoción, la belleza captada. Y, entre ello, el orgullo manifiesto que toda madre siente cuando su hijo es llamado a hacer la “prueba del ángel”, para participar o para renovar la calidad de la voz.

      Todos quienes asistimos nos traemos un pedazo de patrimonio sin que éste abrevie, más bien, sí, se acrecienta y se expande.

      La creencia local es que es medieval, siglos XIII y XIV. Hay quienes dicen que es posterior. Creo que eso está bien para historiadores, a los amigos de mirar nos da igual. Lo importante es que el pueblo lo cree y que es vivido y sentido como propio, hasta el punto de que esta obra no dejó de representarse nunca.

       
Otra característica es que todos los personajes, desde la Virgen María y su cortejo, y los demás personajes están representados por niños y hombres, varones, ya que el origen litúrgico de la obra impide la participación femenina, (llegará el día en el que se admitirá).

       También muestra algunos elementos anacrónicos, como la presencia en el proscenio del arcipreste de la basílica y de tres miembros que actúan como notarios del acto, vestidos de frac.

        (Señalo una anécdota).
       Abren el acto las palabras del responsable del templo. Cuando concluye su introducción y toma asiento, en la cercanía, escucho a un niño que pregunta a su madre:

-      Mamá ¿cómo se le llama al jefe de la basílica?

-      “Basilisco”, apunta la que parece ser su hermana.

-      ¿Cómo va a ser eso, que es un nombre de animal? –insiste el niño.

-      Pues será “basílico”, -remata la joven madre-. A callar, que empieza esto.

     
Comienza la representación.

      La historia, en dos actos, es inteligible, pues a las personas sencillas iba y va dirigida. El mensaje ha de ser fácil.
       Un mensaje sencillo y con misterio. Parece contradictorio, ¿no?

   Los impulsores de las cuestiones religiosas y litúrgicas son, históricamente, hábiles pedagogos.

           Había que transmitir a los fieles que María, madre de Cristo dios, llegada su hora final, no podía quedarse en la Tierra. Y su Hijo se la lleva al cielo (Asunción), donde antes de entrar es coronada como reina. Así de sencillo, con algunas pinceladas para enriquecer la trama. Fácil, elemental e intuitiva, sin conocer el idioma, se sigue el sentido de lo que se cuenta.

         El texto del Misteri, escrito en valenciano antiguo con algunos versos en latín (258 versos), acompañados de música e diferentes épocas, añadida al paso el tiempo y por mejores condiciones técnicas (como la de abrirse el cielo con el sonido del órgano).
   
  O la palma dorada, icono de Elche

De grat prendré la palma preciosa
e compliré lo que haveu manat,
puix que haveu potestat copiosa
de condemnar e delir tot pecat”.

(respuesta de Joan a Pedro)

            Las diferentes momentos del drama son todos de gran belleza visual y sonora. Los coros a distintas voces son una verdadera joya. (La voz y compostura de quien hace de san Juan son de gran calidad).

 


Para mí, si tengo que elegir, destaco el “Ternari” (https://www.youtube.com/watch?v=iuAOLBV9z98), canto a tres voces dirigido por el apóstol Santiago; (es de años anteriores, pero no dispongo de otro).


     
      Y, ¡cómo no!, el altamente emotivo “Araceli”, el altar del cielo que baja y sube en la mangrana (granada), con sus voces angelicales.

        ¡Ah!, decir que pasamos muchísimo calor (¡qué novedad!).
       Tanto el ayuntamiento de Elche como el patronato repartieron abanicos de cartón, que en algo paliaron la agobiante calidez del aire.

   

E informaron de que debido a que este año es jubilar, se representará el Misteri en noviembre, (con más amable temperatura ambiente, se espera).

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