Rasgos de emoción en un vínculo
polifónico
Para Ángela
Sánchez-Lafuente y Charo Guarino,
que
inundan de presencia, aún en su ausencia.
Y
a todos los componentes de “Canna
brevis”, teatro
leído.
Convenidos en el
nacimiento de este libro polifónico, se advierte que, urdidas a la trama
principal, hay también historias de amor,
relaciones humanas y aspiraciones profesionales.
Esta actividad cultural
que señalamos hoy, aquí, es un juego inteligente que incita a la agudeza: se le
hace un guiño de complicidad al escritor y a la compleja escritura
fragmentaria, y cuyo eje es un cuadro —obra de arte— que puede abordarse con multiperspectivismo literario.
En el cimiento de aparente desorden, se da un
encadenamiento de las múltiples secuencias presentadas.
El libro y sus
editores esbozan su propio sumario de lectura, competencia palpitante, segura
de ser arte, que comparten los Servicios de la Universidad de Murcia y la
asociación APROMUBAM.
La existencia está hecha de azares y
coincidencias, y lo que no se puede discutir es el esmero
con que se ha trabajado.
Una situación limitada es una ventaja para concluir en una
obra. Y
así, un notable número de originales son la médula espinal de esta
empresa artístico-literaria y su entusiasmo.
El momento álgido se produce cuando se ha
presentado el libro de resultado.
Más que un libro. Los libros de este tipo de género híbrido
entre pintura artística, poesía visual, exploración analítica, narrativa y arte
escénico, parte de formas creativas para despertar el interés y la atención del
público lector.
El proyecto tiene su espacio debido al éxito de la
convocatoria, por la que uno de sus objetivos es llevar el libro de
arte confluyente a la calle a través de espacios culturales que colaboran.
Esta modalidad de libro se configura como pieza en sí misma.
No solo se programa para escritores y poetas consagrados
sino que también se apuesta por los emergentes.
Cada vez son más los creadores que habitan un espacio para
sus destrezas, experiencia y práctica, más allá de los límites del arte, y
favoreciendo la comunicación.

Es un hecho: ya se puede hablar de que el libro está.
Se ha presentado en sociedad: es público. Y, por tanto, se
puede adquirir y leer.

Mirar y ver un cuadro del Museo de Bellas Artes de Murcia,
(MUBAM), y contarlo desde diferentes posibilidades es una idea que surge del
escritor y presidente a la asociación Santiago Delgado, que se sometió a APROMUBAM,
y lo acogió, con el placet para que fuera una realidad práctica.
Se presentó como proyecto a la coordinación de Cultura de la
Universidad de Murcia: que lo acoge y lo incluye en su programación, con la
implicación de la Editorial universitaria EDITUM.
Se ha generado una nueva sinergia dentro del sector, que
apuesta por obras literarias sinceras y emocionantes.
La pintura, la poesía, la performance...
todo cabe en su gusto por promover y dar cabida con
mimo y cuidado a propuestas que difícilmente
serían accesibles al público a través de los circuitos tradicionales de
publicación. Sin destacar en el mundo de la edición, su
propuesta cuida cada proyecto. Prácticas artístico-literarias desarrolladas en tiempos
pasados y que, actualizadas, generan nuevos estímulos, con el objetivo de
estímulo y ofrecimiento de un trabajo personal y atemporal, sin incurrir en el
catálogo, y que el formato de libro fuera una obra de arte en sí misma.
Pues parece que ya está ¿verdad?
Falta el ‘bautizo’: el nombre, pues solo lo que se nombra
pasa a consolidar su existencia. Y se titula y aplica el nombre de “LienzoYpapel”, propiciada simbiosis y sagaz título aportado por
la periodista y profesora Leticia Varó.
Hay palabras que se imponen por necesidad más comunicativa
que histórica; por la abundancia de su presencia en el escenario del pensamiento
y de la cultura: van rellenando la ausencia.
Las palabras nunca son inocuas ni candorosas; comprometen a
quien las usa y a quien las acepta. No es el momento, aquí, ahora, de trazar su
compleja y sinuosa arqueología. La palabra es aire, benigno o tormentoso; aliento
que inspira, y concede fuerza y vigor; y que se alía con la inteligencia y la
imaginación simbólica. Por eso mismo tiene su expansión en la aventura de
conocimiento, en los aspectos del arte y la literatura.

Así se emprendió este singular concurso literario: primero,
el participante presenta un proyecto, —en la modalidad que se desee: ensayo,
poesía, relato, teatro—. Tras ser estimados por un Jurado anónimo, se invita a
los seleccionados a una disertación experta ante el cuadro seleccionado de entre
los fondos del MUBAM. Una situación en la que la participación ha sido activa y
ha generado algo nuevo, un ambiente creativo y crítico.
A partir de ahí, comienzan los plazos de elaboración de
textos y presentación de originales escritos.
El artista y el escritor son exploradores del presente. Su
principal misión es la búsqueda, que haya sinergias, momentos de aprendizaje,
de experiencias, de modo que se fortalece el intercambio desde el principio.
Tiene que haber un lugar para la lentitud y la reflexión,
por el propio bien del arte y la literatura, así como para la experimentación y
el juego.
Este primer resultado es un libro colectivo, de autores y
textos diversos, pero que inexcusablemente tienen en común el centro de
gravedad en el cuadro del pintor italiano, que vivió en Madrid, Bartolomeo Cavarozzi,
‘Santa Catalina de Alejandría’. (Probable e intuitivo trasunto cristianizado de
Hipatia de Alejandría, la filósofa de preclara inteligencia y amplia sabiduría).
En la sesión de expositiva promoción ha abierto la sesión la
Coordinadora de Cultura, Diana de Paco, con quien compartían mesa Carmen Sánchez
Manzanares, coordinadora del Servicio de Publicaciones, y el
presidente de APROMUBAM, Santiago Delgado.
Cada quien ha expuesto y comentado los avatares desde el
inicio de la convocatoria hasta hoy, en que el libro ya pertenece a los
lectores.
En su trabajo comenzaron a pensar en el libro
como objeto y en la contingente producción de tirada pequeña o
media: el desarrollo del concepto de la publicación, esa arboleda interna
siempre cambiante y siempre igual. Los humanos cambiamos por fuera, e incluso
internamente. Un nuevo libro siempre aporta la renovación y la continua
creación.
En ese sentido, el libro de que hablamos es un arcoiris,
tan presente en esta exposición, que puede apasionar por lo que tiene de
símbolo, de puente entre mundos, de frágil belleza que se observa de un lado
a otro, de un extremo a su opuesto.
Rememoro una sesión
de estudio sobre Tomás de Aquino en la que se exploraba la diferencia entre un
enunciado evidente para cualquiera y un enunciado evidente sólo para los cultos.
«Que el todo es mayor que la parte resulta incuestionable
para todo el mundo; pero que los ángeles no ocupan un espacio lo es solo para quien
sabe qué es un ángel».
—¿Y cómo se sabe
qué es un libro arcoiris?
Leyendo este
libro sería un ejemplo.
El recién publicado primer tomo de este
ambicioso proyecto editorial hará las delicias del aficionado
al arte
que aspira a explorar y qué ve cuando mira el cuadro de santa
Catalina de Alejandría, y también de quien sienta curiosidad por conocer el
proceso de formación.
La
reconstrucción de este complejo proceso pone de manifiesto que algunas creencias cristianas son fruto de una progresiva
decantación a partir de elementos previos amalgamados en el crisol cultural que
es el Mediterráneo helenístico-romano, una dificultad que no ha intimidado al
equipo de tribunal calificador.
Canto a la belleza
Las mencionadas
descripciones, con la coherencia que sin merma de realidad, (visibilidad y
realidad), hablan de materia artística y, a su vez, se convierten en arte.
La alternativa
estética o artística, tema central del libro que estamos comentando, no deja de
ser una aproximación y un canto a la belleza, que se estima incluida la
abstracción y el misticismo.
Los autores del
libro, con amenidad notable tratándose de este
tema, abordan cuidadosamente las cuestiones relativas a la naturaleza y a la
historia y al arte. Y la poesía como actividad humana, en su rotunda soledad.
Uno de los secretos de esta obra es su
incondicional amor por el ensayo, la poesía y la escena, que suponen que solo
la emoción perdura.
“Lluvia de palabras”, “colores simbólicos”… énfasis en cómo
la lucha empieza en lo personal, desde el territorio de lo cotidiano
Más de una hora de conversación. Y, por sus autores, de lecturas
sobrias, amables y encantadoras. A solas con lo que de verdad importa. Con lo
vivido. Con el adelanto de otro lienzo.
No sería mala idea salir a la calle, dentro del proyecto, que
es una escuela de arte, en el contacto con la realidad.
La apuesta pasa por crear un sistema de cultura de
abajo-arriba, en la creación de un tejido anual, dinamizador por su capacidad
de experimentación, permeable a nuevas propuestas.
Hay que aprovechar el tiempo al máximo: leer, pensar, mirar
todo. Lo importante es el trabajo, también el éxito. Todos queremos hacer un
descubrimiento.
Sólo se alcanza maestría en un arte cuando
se trasciende las reglas específicas, y también para
renovarlas con la inspiración externa.