'Lunes Literarios' de “Zalacaín” clausura la temporada literaria, por estacional
y transitoria interrupción, por verano.
¡Ah!, llega julio, con su calor murciano, y “Zalacaín”, pasa
página y nos dice ‘hasta luego’. “Los lunes
literarios de Zalacaín”, toda una institución cultural, —lo sabemos,
es obvio—, en la noche del 10 de julio se convirtió en una fiesta. Para celebrar lo literario y la amistad. Y además, si es por cese de actividad, aunque sea temporal, siempre
queda un punto de nostalgia y vacío.
Es una tregua, un espacio/tiempo para descansar activamente,
preparando la reapertura, en septiembre se recomienza.
El broche de esta etapa ha sido con SØren Peñalver, con quien asistimos al adelanto
de poemas de su libro de próxima publicación, quizá en otoño. Una obra con
puntadas por las que narra su historia y muestra su esencia libre.
Acto poético este de los lunes, aunque esta noche contiene
el importante añadido de la presencia concurrente de muchos amigos de SØren Peñalver, que han querido estar y
compartir, conociendo de antemano que el poeta valora altamente la amistad y la
memoria.
Por eso, amigas y amigos poetas, escogidos para la ocasión, —decidir
es rasgarse—, han sido llamados a decir, en público y voz alta, aquellos poemas
que SØren un día les compuso y obsequió. Alegórica y
representativamente son siete, podrían haber sido (si el tiempo se detuviera),
setenta y siete, o centenares de amigos quienes dijeran y leyeran, porque ha
sembrado mucho, y es sobradamente apreciado y conocido. Desde luego, el espacio
de ‘Zalacaín’
se queda pequeño, pero ya se sabe: cosmos pequeño, corazón grande.
Lucidez en la memoria prodigiosa, inteligencia, amistad, poesía...
La construcción de un ser complejo, a través de un diálogo de la
condición humana, con sus contradicciones y desesperanzas. Ese es SØren.
El perdón, siempre; y no tiene cabida rencor alguno. Porque
los hombres no son felices si viven en el odio. Nos descubre siempre la libertad
que, finalmente, es buena. En la amistad y el amor, la humana presencia solidaria
sencilla.
Con su aspecto cuidadamente desaliñado y colorido, SØren, desgrana los temas literarios de
permanecen en su continua mutación recurrente.
¿Cómo lo hace?
En esta noche de eléctrica miscelánea, de presencia y
amistad: se convoca y las personas acuden.
· Los padres del poeta, siempre presentes, en la realidad y
en el mito.
· La Harley Davidson, moto del padre, icono anclado en la
Historia personal.
· Los viajes y las estancias en diversos países y lugares,
con innegable y poderosa influencia destacada en Grecia y Turquía. (Por cierto,
se marcó unos pasos de danza griega).
Busca las palabras precisas, que suenen, que rediman de los
destrozos de los días: todavía la palabra salva.
SØren,
poeta que gira, en sus poemas, sobre sí mismo hace de la vida lenguaje,
escritura. Pasea al hombre a través de los símbolos y aspira vivir
poéticamente.
· Las anécdotas continuas y encadenadas. En las apariciones
públicas de SØren Peñalver, bien sabemos que apenas hay
improvisación: hasta ésta es contemplada. Esperamos que nos sorprenda y que su
poesía hable por sí misma.
· La referencia a la homosexualidad, el amor, el futuro
sentimental, la convivencia. Es habitual que el hombre sufra porque la persona
a quien ama un día desaparece. El
verdadero sufrimiento es la advertencia y comprobación de que la pena no es
eterna.
El poeta apresa lo que no se
muestra a la vista, en sus poemas hay iluminaciones, y las sitúa en relación
con Rimbaud.
Las Cartas, en un tiempo, el actual, en que,
comunicativamente, todo ha de ser dicho en la síntesis de ciento cuarenta caracteres,
él escribe largas cartas a sus amigos. Estas misivas, que permanecen en discreto
cajón, hasta ahora, dice Soren que se subastarán en una galería inglesa con un alto
precio. En sus documentos manuscritos, aunque aborda cuestiones literarias, se
centran en las curiosidades de la vida y sus formas de ocio: “Mis vivencias brotan con
tanta premura que necesitan de tiempo para expresarlas”.
Los poemas de Soren se pueblan de vida, hablan de un
imaginario de elevación: árboles y pájaros. (Y su gata, “Emily Brontë”, que le
escucha y le observa). La tierra, la vegetación, el mar… afirmando así una
visión cósmica, de pertenencia.
La poesía de SØren
Peñalver, en conjunto, es de celebración, ya se hable de la memoria,
del tiempo, de las ausencias, del enigma de lo poético. Al fin, es la fiesta de
la palabra.
Concluyó con la lectura del poema, por el propio SØren, y que inmediatamente pasó regalar a todos
los presentes.
Como señalamos, de todo esto se habló en la noche poética de
clausura, por vacaciones, de los lunes en Zalacaín.
La rentrée, en septiembre y meses siguientes, promete
mantener y elevar la intensidad de poetas, escritores y artistas.
Así lo esperamos, así será.
No se pudo cerrar ese ciclo poético con nadie más entrañable y original que el amigo Soren. Me pilló de regreso de Girona (información directa a Soren, por si me lee, y antes de que me suelte, en ese tono suyo entre cariño y reprobación: "No te ví en Zalacaín...")Seguro que quedó estupendo e hizo disfrutar a todos. Él en sí ya es un espectáculo, y su poesía, magnífica. Una alegría que al fin se inmortalice en un libro, ya tocaba, por justicia literaria y editorial. Y a ti, Juan, gracias, como siempre, por estar ahí, y contárnoslo de esa forma tan tuya.
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