miércoles, 28 de junio de 2017

Concluye el primer semestre de 2017: Club de Lectura Deletreartes


Con el título de “Obras incompletas de Gloria Fuertes”, se conmemora el centenario de su nacimiento.
                Se clausura de acuerdo con el calendario y el programa.

    El Club retornará a su actividad, probablemente, el último martes de septiembre…
   —¿Cómo que… probablemente? —pregunta con irónico escepticismo una señora, en esta espesa tarde.
Los encuentros de Cultura se sujetan a la disponibilidad de especialistas y estudiosos: lo habitual es que acudan y se celebren.
Entonces, ¿dónde está la cuestión?
En el excesivo calor. Gracias a la tecnología del frío: ¡aquí estamos! —con aire frío en el Hemiciclo que se abre a la frescura de la poesía de Gloria Fuertes.

Sí, el calor, tema recurrente. Y más aún, que en “Murcia es donde vive el Sol, —comenta otra chica.

¡Ah, ya! Claro, si esto sigue así, que se emprenda en octubre
    
    En la tarde del último martes de junio, calor intenso, humedad y agobio, los termómetros informan de 39ºC; el vientecillo es cálido y seca hasta los ojos.

Presenta el acto la Coordinadora de Cultura de la UMU, Diana de Paco.

Hace un recorrido por lo que ha sido la actividad del Club de Lectura en los seis meses del presente año. Autores y obras. Y destaca que los asistentes vienen “leídos” de casa; es decir que acuden, en cada ocasión, con el fundamento de la lectura previa.

Ahora, el paréntesis veraniego.

Continúa con la introducción de quien se declara lector apasionado de la obra de Gloria Fuertes: el Dr. don Antonio Díez Mediavila, del que, además de su extenso currículum académico, subraya que el título de ‘Doctor’ lo obtuvo en esta Universidad de Murcia.



  Sí, con la tesis doctoral dirigida por don Mariano de Paco, a quien agradezco su presencia esta tarde, aquí y ahora, —observa Díez Mediavila.  



Comienza el conferenciante con la pregunta de “¿Quién es Gloria Fuertes? Y a la que responde con la lectura de un poema autobiográfico:

“…nací en Madrid 
a los dos días de edad, 
pues fue muy laborioso el parto de mi madre 
que si se descuida muere por vivirme.

 A los tres años ya sabía leer
 y a los seis ya sabía mis labores.
Yo era buena y delgada,
 alta y algo enferma.
A los nueve años me pilló un carro
 y a los catorce me pilló la guerra;
A los quince se murió mi madre,
se fue cuando más falta me hacía.
Aprendí a regatear en las tiendas
y a ir a los pueblos por zanahorias.
Por entonces empecé con los amores,
-no digo nombres-,
gracias a eso, pude sobrellevar
mi juventud de barrio.
Quise ir a la guerra, para pararla,
pero me detuvieron a mitad del camino.
Luego me salió una oficina,
donde trabajo como si fuera tonta,
—pero Dios y el botones saben que no lo soy—.
Escribo por las noches
y voy al campo mucho.
Todos los míos han muerto hace años
y estoy más sola que yo misma.

”¿Por qué, cien años desde su nacimiento, recordamos a Gloria Fuertes?”, —siembra el aire con su pregunta el disertante. Y abre una vía al diálogo con los asistentes: “Porque su obra es una proyección real de su imagen”.



Hay poetas a quienes se les denomina “de verso suelto” y luego está Gloria Fuertes, querida y denostada, famosa y desconocida. Poesía distinta, rompedora, fuera de las corrientes (“Gloria es Gloria”). La autora rememorada es “poeta de cabecera”, (En 1968 publicó “Poeta de guardia”), para ser leída de forma constante pero no continua.
La palabra estudiosa y cultivada del Dr. Antonio Díez Mediavila, de la Universidad de Alicante, ha señalado los hitos del camino, mediante lectura, comentario y recitado, añadiéndole el recurso del humor y la anécdota.

     Gloria Fuertes escribió siempre, ante cualquier eventualidad y circunstancia, pues siente la necesidad inexcusable de decir. Escribía a borbotones, en cualquier lugar. 

La autora vendió bastante bien sus libros, (y aún se venden), y se la conoce más por su literatura infantil y juvenil: es lo que le dio de comer y le posibilitó vivir con holgura y comodidad, en un viaje con el que saltó de la miseria al éxito, desde «una niñez de suburbio con hambre por los lados». Humilde, solitaria, con hondo sentido del dolor de la vida, Gloria tenía un lado ingenuo (o que podía parecerlo) que le hizo una gran autora de literatura infantil. Escribió para niños, pero se dio cuenta de que la apartó de su vertiente principal de poeta grande.

Su interés residía en la poesía “para adultos”. Con las características de la ingenuidad y la palabra cotidiana, poeta de la difícil facilidad.
                   Díez Mediavila ha considerado que hay que señalar la relación de Gloria Fuertes con

· El Amor, con su decantación homosexual, (“Ciencias Naturales meditacionales”), en soledad, en la dicotomía de los extremos. Y su condición de soledad, “Isla ignorada”, Gloria es esa isla.

· con Dios y la religión: una relación sui géneris. Lee el poema “Oración para ir tirando”.

· con la Paz, Gloria escribió una poesía muy propia (con las rimas de la ironía), con guiños especiales para sobrevivir.


Díez Mediavila lee los poemas como aproximación a la autora, de quien destaca su decisión por la paz, pacifista a fuer de vivirlo y escribir.

Concluye su recorrido con el poema de Gloria Fuertes: “Tengo que deciros”.



El coloquio es animado, además de las incursiones de quienes conocen la obra de Gloria, y a quienes responde Díez Mediavila con más poemas y situaciones anecdóticas.



Y claro, no podía faltar la polémica presente en estos días.

Como lo publicado por el escritor Javier Marías (“Francamente, me resulta imposible suscribir que Gloria Fuertes fuese una grandísima poeta a la que debemos tomar muy en serio”) el 25 de junio en El País Semanal, en donde acusa de que, con ocasión de su centenario, sufrimos una campaña orquestada para encumbrar a Gloria Fuertes.

Y se ha sumado tanto el escritor Pérez Reverte y como el periodista Juan Cruz, entre otros, quienes, seguramente, de haber algo así como “Instituto del Arte Poética”, pertenecerían a él como miembros activos para el otorgamiento del “Certificado de calidad y excelsitud poética”, del que excluyen a Gloria Fuertes y a otros muchos.


          Hay quienes siguen creyendo en la vigencia literaria de Gloria Fuertes, como Teatralia, Festival Internacional para niños y jóvenes, en Madrid, este año, con un particular homenaje a Gloria Fuertes.
        La polémica y la diversidad forman parte de la sociedad y la riqueza dialogante. Y contribuye a hacer visible el centenario del que tratamos: el de Gloria Fuerte.

Se cierra temporalmente el Club de Lectura Deletreartes:





Volvemos enseguida”.

1 comentario:

  1. Interesante, como siempre, todo lo que nos cuentas, Juan, y amena, también como acostumbras, la forma en que lo haces. Pero leo con especial interés la postura respecto a la obra de Gloria Fuertes de esos dos escritores y un periodista. No deja de llamarme la atención el hecho de que ninguno de los tres - que yo sepa - escriba poesía. Casualidad, o quizás, causalidad el que minimicen la importancia de esa autora en nuestra más reciente historia literaria. Que cada cual decida. Pero, guste más, guste menos o no guste nada la obra de Gloria Fuertes, hay un hecho que nadie podrá discutir : no necesita de centenarios que recuperen su recuerdo, porque, como buena "poeta de guardia", siempre está ahí, en la memoria de quien la ha leído, y en la admiración de quien la acaba de descubrir.

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