domingo, 17 de mayo de 2015

Representación literaria: Teatro en el Museo

El teatro es otra guía:
Museo trocado en escenario.

  La consolidada noche de los Museos es una cita cultural y social que debe tenerse prevista en la agenda. Noche festiva bajo un cielo despejado y tiempo primaveral: pareciera hecha a medida del momento de cultura.

Cada vez con nuevas propuestas para reinventar el Museo y su uso.
Para que asistan cuanto más personas, mejor, se requiere imaginación y libertad, y que el museo, en todo su ámbito, vibre acogedor, formativo y divertido.

Cada museo propone un programa, que considera atractivo y atrayente. En esta edición, las salas del Museo de Bellas Artes (MUBAM) han hospedado a un invitado nuevo: el Teatro, que se une así a la Música, al Libro, la Danza, la Poesía, la Fotografía y la Gastronomía, entre otras bellas artes.

 Figuras e imágenes ‘escapan del cuadro, en un momento de la noche mágica, y se encarnan en los comediantes. Comparten con los espectadores historia, alegrías y miserias, ideas y modelos, en una intemporal teatralidad que bien pudiera haber sido cotidiana en los últimos seis siglos.

[Se vive otra forma más de caminar por el Museo, con la presencia y delicadeza de guías y vigilantes, empleados que están sin destacar en el paisaje, trasmutando en afable el trabajo nocturno].

 Es el recorrido por una estrella de cinco puntas: imágenes pictóricas, texto-palabra, interpretación, -¡ah, la magia del Teatro!-, espectadores en libre movilidad por un museo trocado en escenario. Convivencia y sucesión de silencios, miradas al drama constituido de felicidad e infortunio, en relieve y en directo, con el zumbido constante de pasos y de conversaciones y comentarios.

Asistimos a una sesión de Teatro, Noche de duelo a espada en la Trinidad, según relato de Santiago Delgado; en la que se recoge la eterna lucha entre el bien y el mal, entre el arcángel Gabriel y el demonio Mefistófeles.

  En la época en que se sitúa la acción concreta aún existía el Infierno, ya clausurado por los últimos Papas, con lo que los diablos, diablesas y diablillos se han jubilado o se han ido al paro o han cambiado de profesión. Porque ya el Infierno es… otro ámbito más cercano y sangrante, es otra cosa.
(En asuntos de Teología y Sociedad ya se verá, si es que se considera decir algo en ocasión posterior y oportuna).

 Volvamos al motivo del encuentro artístico en el Museo. Centramos la mirada en el combate ritual, que es el de la rivalidad perpetua de arcángel y demonio, y que se resuelve, sin duda, a favor del primero. Ambos son considerados como seres sobrenaturales, inmortales y con expresión humana.

Los representantes (chambelanes) de los contendientes lo saben y lo hacen claro a los espectadores:

F. de BORJA.- “Sería tonto acordar combate a muerte”.

TASSIS.- “Ambos son inmortales; tonto sería si…”

F. de BORJA.- “Ni a primera sangre…”

TASSIS.- “Obviamente”.

F. de BORJA.- “¿Entonces…?”

TASSIS.- “Ganará quien logre expulsar, por completo, al otro del escabel sobre el que estamos. A base de hacerle retroceder con la espada…”

F. de BORJA.- “Así será”.

Todo esto, en un relato teatralizado en el Museo de Bellas Artes, en el que he participado.
¿Se es libre en el museo?
Sí, pues la auténtica libertad de expresión va envuelta en responsabilidad. Y cada persona ha desempeñado su papel con libertad: han convivido las decisiones, los artistas y el público que es quien disfruta de lo que se le ofrece en un ambiente que facilita su implicación activa.

  Ha sido un momento único. Representarla otra vez sería nuevo y distinto.


Lo hemos disfrutado. Y permanece la alegría.

2 comentarios:

  1. ¡Estás hecho un demonio de lo más creíble, Juan!
    Me parece una magnífica idea que se haya incorporado el arte teatral a las demás artes que vienen arropando esa noche que tú calificas como "mágica" y que, a juzgar por tus palabras y tus imágenes, lo es.
    Gracias por dejarnos sumergirnos en ella, ya desde esa introducción de la víspera, para ir creando ambiente y expectación, de mano de un abuelo y los ojos asombrados de esas dos niñas.
    Me has hecho, una vez más, sentirme espectadora privilegiada a través de tu perspectiva, siempre veraz, gráfica y amena. Y siempre enriquecedora.

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  2. Gracias, muchas gracias. Mientras hay ilusión (algunas veces, hasta me entusiasmo,oye), seguiré en lo que siempre he creído: la Cultura, en cualesquiera manifestación, nos hace libres. Y si además, agrada... ¡qué más pedir!
    Seguiré publicando, gracias a quienes como tú, me leéis de esa manera. Un abrazo.

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