En Murcia, “…abril
cumplido” abre la puerta a mayo “de flores vestido”.
Descubrimos que los días son de una manera y no de otra, y
la voluntad subjetiva nos orienta en lo que hay y sucede. Para cada quien, en
actitud activa de explorar lo que depara la jornada. Si no es así, miramos
desde la distancia y se deja que el día cruce indolente, sin más. Por lo que la
propuesta es compartir la experiencia personal, del día en que transcurre la
acción.
Hay días que pueden
percibirse como insustanciales, otros resultan intensos y memorables. No todos lo
viven igual, como debe ser. Sábado y fin de mes, en un marco de costumbres
sociales. Estaba ahí y, a su paso, el 30 de abril fluyó en eventos anuales y
circunstanciales, en un periplo por las céntricas plazas y calles de Murcia.
En un lado de la balanza, lo previsto y anunciado; en el
otro, la capacidad personal de elección. Cualesquiera que sean las decisiones,
el día sobreviene distinto (por ejemplo, si aprietan los zapatos). En un juego,
si un participante aventura una carta o ficha de entre las que dispone, el
desarrollo se modifica con respecto a haber jugado otra, así como el resultado.
Distintos encuentros en un itinerario intuitivo, tutelado por lo que agrada,
las condiciones ambientales y el azar, que dinamizan y traban una jornada de
estímulos.
El desayuno abundante para una mañana de largo paseo y citas
en diferentes lugares y momentos de parada, de pie, y apreciando el sol de
Murcia.
Grupos de personas, de todas edades, fastuosamente vestidos
de fiesta, por celebraciones familiares y amistosas, que se entrecruzan como nota
distinta y espontánea.
La primera mirada, para la moda creativa de mujeres emprendedoras, “Le Rendez vous”,
la Feria de diseñadoras murcianas en el Hotel
Cetina, en la calle Radio Murcia: una respuesta visual con la moda creativa y
colorista más atrevida, moda de “le dernier cri” —último grito—, ir ‘a la última’, en novísimo
rugido de estilo.
El encuentro con grupos folclóricos que cantan y bailan, en celebración
alargada del día de la Danza.
A su vez, impacta el hallazgo de ´Pianos en la
calle´ y su música.
Pianos de cola únicos en el mundo abiertos a la
participación popular. Muchas personas disfrutaron de la música clásica que
sonó en distintos lugares de Murcia, con participación de virtuosos del piano
nacionales e internacionales. En una actividad cultural, gratuita y para todas
las edades en los espacios públicos. Murcia se suma a otras capitales como
Madrid, Barcelona, Londres o Frankfurt, que tienen iniciativas similares.
Hasta entrada la noche siguieron sonando los pianos.
Escuché decir a una turista inglesa, hablando con su pareja,
que recordará a Murcia como la ciudad donde los jóvenes tocaban el piano.
Un paréntesis para una cerveza que el calor y el tiempo de
sed piden. Fue en calle Sociedad, esquina a plaza Puxmarina.
No hablamos de fragmentos. Solo es aparente.
Exposición de acuarelas.-
Dedicar un momento al arte, un Viaje al oráculo de Apolo. En la plaza de Belluga, sala de arte Cajamurcia, —reducido espacio, arte mayúsculo—, expone acuarelas en blanco y negro con la denominación 'Delfos. El silencio del valle', el pintor Antonio Martínez Mengual, «autodidacta y expresionista», como él mismo se ha autodefinido y para quien su obra, de más de cuarenta años, se unifica en tres áreas: poesía, mitología/mundo clásico y paisaje.

El paisaje de la
antigua Delfos le impactó, hasta el punto de relegar el color dándole todo
protagonismo al blanco y negro.
El olivo, árbol totémico, símbolo de vida.
El silencio del valle, envuelta por otras cuatro acuarelas y
textos relacionados con los títulos expuestos.
El centro de atención es la acuarela de gran
dimensión,
Así, junto a El silencio del valle se
encuentran Estrellas en el mármol, Mar de olivos y Bajo el
olivo sagrado I y II.
Todo arte trata de la vida y tiende a subvertir su propia
forma, es su naturaleza.
Concluida la visita, es tiempo para la comida.
Los restaurantes
céntricos están completos. Recuerdo que no muy lejos, en el barrio del Carmen, queda
el “Ortuño”, donde se puede degustar de un menú fin de semana, de buena calidad
y a precio asequible, a la vez que se nota la influencia presente en el
reencuentro con el arte escultórico de Antonio Campillo, (quien visitaba el
local a diario en sus últimos años), un cuadro inconcluso de Párraga, entre
otras pinturas y objetos.
· Paréntesis sestero, tras la comida.
Porque en Murcia, si el cielo está despejado y luce el sol,
éste se deja caer sin mesura. Hasta que pase el ímpetu, a resguardo.
Al caer la tarde, al espectáculo teatral.
No me agradó.
Ha sido en el teatro Romea.
Vestuario actual, cuidado y sugerente, conseguido; así como elementos escénicos; no tanto la música. Lo demás, decantación por la que el director se ha inclinado a resaltar la orgía de sangre ahogándola en alcohol y sexo sugeridos, —barra
americana—. Pasa levemente sobre los significados de que se mueva el bosque de
Birnam y de la trascendencia de que quien ha de reinar a la muerte de Macbeth
es un nacido por cesárea. Dos elementos clave. Que producen rarezas en la interpretación
actoral. Una cierta insatisfacción ante el espectáculo teatral. Y eché de menos que hubiera una LADY Macbeth.
Y por último, en la noche, tradición y ritual del Canto de
los Mayos. A la salida del teatro, ya el tiempo es ajustado. Sumamos el conjuro
de Delfos con la petición de bonanza en las cosechas y para propiciar una vida
mejor.

Cada año, el museo “Ramón Gaya” estrena obra de arte en torno a esta celebración de la exaltación de la Cruz. Y la encarga a un artista de renombre y prestigio.
Con el canto de los mayos, donde la figura central es María,
se pide muchas cosas, pero la más importante es que las cosechas sean buenas,
sin riadas, plagas ni granizo.
En algunas puertas de iglesia, se ofrece, gratuitamente a
los visitantes, bizcocho y mistela, bebida dulce y levemente alcohólica.
Como en la iglesia de san Miguel, donde preside una
Inmaculada de Salzillo, destaca también el bizcocho de chocolate, entre otro
tipo de buenos bizcochos.
—
“¡Está de vicio!”, dice una señora
a otra. Me acerco y les doy la razón.
—
Y de la mistela o vino viejo, ¿qué me
dices?
—
Pues que da equilibrio el ‘vicio’.
Esta actividad de los mayos dura dos horas, desde las diez de la noche,
que se inaugura en la plaza de la Cruz hasta que se cierra en la iglesia de san
Antolín.
Como he debido ir con cierta premura, pues la sesión de teatro
concluyó a las once menos cuarto, no voy a nombrar las diferentes “Cruces” (han
aparecido nuevas y se ha notado algunas ausencias).
Procuré no perderme la amabilidad de los que administran la
cruz de san Nicolás y en la iglesia de san Pedro, donde los dulces y la mistela
se ofrecen con generosidad.
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Apunto que este 30 de abril se transformó como un texto
clásico, en la conjunción que ofrece la experiencia y la distinción de lo humano.
(Decía el filósofo Baruch de Spinoza, que un texto clásico merece, cuando
menos, el mismo amor y respeto que tenemos con nuestros contemporáneos).
Ya digo, este 30 de abril murciano es ya un hecho clásico. Se
vive la experiencia al considerarlo como un compañero de vida. Lo vemos como un
clásico. Camino de experiencias que se construye y se mejora. Con un punto misterioso
al compartir las experiencias vitales ordinarias, se ha acrisolado como
extraordinario.
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Tema unificador, central, que sujeta y une todo el día,
es el tiempo. Y, aunque sea forzar, traemos aquí dos ‘días’ singulares:
· Dublín, en Irlanda, tiene su “Bloom’s day” (día de Leopoldo
Bloom, que se extrajo del “Ulises”, del escritor James Joyce), seña de identidad
cada 16 de junio.
· O de la película italiana “Una giornata particolare”,
con motivos mucho más preocupantes, pero de quien obtenemos para el 30 de abril
murciano lo de que sea ‘una jornada particular’.
Sí, ya sé... Está permitido sonreír ampliamente.
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NOTA.- [Es víspera
también —no lo olvidamos— que dejará paso abierto, en unas pocas horas, a las
reivindicaciones sindicales en público, al hecho doloroso del paro y el
desahucio, y la precariedad laboral. Manifestación del 1º de mayo, por la Gran
Vía. Es y pertenece a otra perspectiva social, exploración y comentario. Cada
asunto, en su momento].
Bueno bueno bueno... ¡menudo día! Dan ganas de jubilarse cuanto antes. Me alegro de que disfrutes así de tantas cosas.
ResponderEliminarToda una orgía para los sentidos y la sensibilidad estética. Y tú andas muy bien servido de todo ello. Una jornada la que describes que desborda cultura en estado puro,sí señor.
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