lunes, 3 de octubre de 2016

LAS IMÁGENES DEL REGRESO A ÍTACA

     El concepto de exposición en la trayectoria de Charo Guarino  es esencial para comprobar sus categorías artísticas. Culta y poeta, conceptual y teórica, creadora total, siempre independiente, y de una gran coherencia, reinventa el lenguaje de la fotografía. Su acción poética tantea continuamente los posibles límites en una proyección clara en imágenes.


       Interviene en el espacio, como en la Poesía, la idea de unidad fundamental no es la palabra sino la frase. De manera que lo importante es que la realidad no es una sola fotografía, sino el conjunto en una relación particular entre sí. Fragmentos que tienen sentido en su relación entre sí.
       La exposición, con estructura de enigma, incluye una selección de objetos y de lugares: todo adquiere valor a través de los lugares visitados y que, ahora, narran en el regreso a Ítaca.



     Cada fotografía, de las 19, merece un poema.

Ficha técnica:
Exposición fotográfica
 “ÉRASE UNA VEZ EN ITHACA
Charo Guarino
Cafetería ‘Ítaca’ (Murcia)
  Del 2 al 15 de octubre

     La artista polifacética —como la definieron en el recital de la cafetería ‘Ítaca’—, y sugestiva y singular persona,  Charo Guarino  ha vivido muchas Ítacas, desde la patria de Ulises hasta esta que muestra en fotografías, situada en el estado de Nueva York.

     La mirada es sobre todo, poeta de la compleja sencillez. Y lo proyecta situándose detrás de la cámara pero el sentimiento en el lugar que mira.
  Su obra fotográfica ha ido alternando la estética de composiciones elaboradas y poéticas con el camino siempre arriesgado del retrato. 
Ella misma señala los motivos, en el folleto de la exposición y la dedicatoria.

Charo Guarino  indaga, a través del objetivo, en las señales de los sentimientos. 



      Y, a su vez, interpela sobre la noción de Poesía a través del documento fotográfico que es esta poliédrica exposición, en la que ofrece un sugerente contraste de imágenes de lugares tan distintos: naturaleza y espacio urbano.

Y sigue emocionando hoy cuando vuelve a ver estas imágenes y recuerda a sus protagonistas.



La muestra recoge una selección de 19 imágenes, donde la fuerza de su trabajo reside en la yuxtaposición.
Sus temas sobre la conciencia de la energía, obtenida y proyectada en diferentes espacios, descubre el grado de intimidad y confianza que logra con sus fotografías.






La luz y la sombra son muy importantes porque destacan la condición dimensional de la obra, al mismo tiempo que refleja el espíritu de la autora. Además, ha pensado con cuidado el encuadre, porque en ese rectángulo construye la belleza: es la esencia de la fotografía. 


Charo Guarino  da pistas de lo que es una constante en todo su trabajo: su profundo humanismo, su compromiso ético, el respeto con el que trata lo que mira, ve y observa.

El juego de imágenes es el del poema, a la vez que relato y narraciones visuales con significados de la misma realidad.


La fotógrafa parece que mira desde afuera, (creo que es una especie de juego interior-exterior) con la iluminación muy centrada.

Antes de disponer el escenario, se asegura de que va a salir bien. Es un trabajo que requiere de mucha preparación.  



La experimentación es inherente al artista y nunca termina.


   Son fotografías que parecen fotografías, no dan lugar a confusión. Esta exposición pretende, entre otros objetivos que hay que descubrir viéndola en directo, insinuar al espectador momentos abiertos, instantes concretos de la intimidad donde todo es normal. 
    La iluminación ayuda, y Charo Guarino  utiliza un juego de luces y de sombras que generan una atmósfera que atrapa al espectador, con la sensación de que algo sucede, un diálogo entre la obra y el espectador, alrededor del universo íntimo. Las imágenes son captadas desde el interior del pensamiento, un arte de contenido. 


     Es una exposición de tesis, centrada en la fotografía donde se relacionan la ciudad y la Naturaleza, y que sirve para formular la pregunta: ¿Cómo mediamos los lugares con aquello que las imágenes representan?



            Nota.- Algunas de las fotos que he realizado para la crónica de la exposición son de baja calidad. No hacen justicia a la excelencia de la exposición.
         Hay que ir a verla, directamente.
         (Volveré a Ítaca).

2 comentarios:

  1. Una maravilla de persona Charo Guarinos.

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  2. Poesía y fotografía siempre se han llevado bien. Constituyen el reino de la sugerencia. Como lo son las fotos con las que acompañas tu crónica. No de baja calidad, como las autodefines, sino incitadoras a visitar la exposición real. Como lo son tus palabras sobre ella. Y si, además, la autora es una maravilla de persona, como insinúa mi predecesor, pues motivo de más para ir a verla.

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